La semana pasada, como todavía tenía tiempo para actualizar ya que exámenes no había y apenas nos mandaban deberes, tenía pensado actualizar todos los días y aprovechar para terminar contándoos cosas sobre mi viaje a Toronto. Pero basta que pienses eso para que la fototeca de tu iPhoto te destruya completamente todas las fotos que tenías guardadas desde hace años... (hjsdafgsgaiueivghre89q43qq309u43jfjgru0qjsa´jh0) Así que me he tirado toooodos estos días en mis ratos libres intentando recuperarlas y volviéndolas a importar al iPhoto. Vamos, un currelo de aúpa. Así que ya perdonaréis... Estas cosas sólo me pasan a mí, que tengo el dedito demasiado rápido en los ordenadores y hago las cosas sin pensarlas porque mi impaciencia me devora. Os prometo que después de ésta ya no me va a volver a pasar (más me vale).
Bueno, ¡pero lo importante es que he podido actualizar de nuevo! Hoy las fotos son, como os dije en la anterior entrada, del puente de Brooklyn de Nueva York. Nos llevaron alrededor de las ocho o así de la tarde (para el atardecer más o menos) y las vistas eran preciosas; y con ellas, la luz que cobraba la ciudad. Ese momento fue uno de los mejores del viaje a New York, poder ver todo aquello era un privilegio.
Después nos llevaron en un autobús hasta el hotel y cenamos en un restaurante hawaiiano de la zona unas hamburguesas y unos cócteles. Aquél era el último día que estaríamos en Nueva York porque al día siguiente salíamos de viaje regreso a Toronto... ¡Qué penita!