El viernes tuvimos una excursión a un pueblo del País Vasco llamado Gernika (Vizcaya). Igual algunos ya sabréis de qué pueblo estoy hablando por su historia de que fue bombardeada por Franco y sus aliados alemanes. Y a causa de aquella catástrofe, Picasso decidió plasmarlo en un cuadro un tanto peculiar y que a muchos de vosotros se os hará conocido. Aquí lo tenéis para los que os interese el asuntillo.
Pues bien, que me enrollo. Como era una cosa del colegio y los franceses tenían curiosidad por conocer el lugar, vinieron con nosotros. Allí, aprovechando que era El Día de la Paz, nos llevaron a todos a visitar el Museo de la Paz de Gernika, donde nos explicaron toda la historia y nos hicieron ponernos por unos instantes en la piel de todas esas personas que vivieron el bombardeo.
Creo que algunos de los franceses se aburrieron un poco, pero bueno, tampoco me extraña mucho teniendo en cuenta que no fue una cosa que les afectó a ellos; y, a decir verdad, no fue una excursión que se pueda decir que fue divertida. De todas formas, dejemos de quejarnos y digamos que ¡todas las excusas son buenas para perder clase! (jojojo)